La gran comparación de lavado
Lavado de vasos manual contra lavado de vasos a máquina
En la esquina derecha tenemos un método de lavado tradicional, que todavía se practica a menudo: el lavado de vasos a mano.
Y en la esquina izquierda el oponente: el lavavasos.
¿Cuáles son los verdaderos criterios que dejan KO al contrincante? ¿Quién dará el decisivo gancho de izquierda?
¿Quién es el campeón en seguridad higiénica?
Let’s get ready to rumble!
Ronda 1: el proceso de lavado
A máquina:
Los vasos se depositan en una cesta y se introducen en el lavavajillas. No hay nada más que hacer que presionar el botón de inicio.
Del resto se encarga la máquina automáticamente, sin que ningún empleado deba hacer nada más.
- La posibilidad de que se produzcan fallos en el uso se reduce al mínimo
- El programa respectivo especifica la duración total y todos los parámetros restantes
- El proceso de lavado se ejecuta dentro de la máquina, es decir, en un sistema cerrado sin liberación de aerosoles (gotitas muy finas, que pueden propagar virus en el aire)
- Ambiente interior higiénico gracias a la salida de vapor reducida con la recuperación del calor de MEIKO (AirConcept o ComfortAir)
- Proceso de lavado seguro y válido, cuyos parámetros pueden ser leídos y evaluados
Termorecuperación para un buen ambiente y una mayor eficiencia energética
A mano:
Los vasos se introducen en el agua de limpieza del fregadero, donde se limpian con un cepillo o se lavan con una esponja, después se aclaran brevemente con agua limpia y ya se pueden volver a utilizar. Opcionalmente se pueden utilizar trapos de cocina.
El agua de lavado debe cambiarse periódicamente y se debe comprobar su temperatura y la dosificación de productos químicos.
- Muy propenso a errores
- Se necesitan muchas operaciones para mantener el entorno higiénico, lo que cuesta tiempo y capacidades
- Liberación de aerosoles y vapores sobre el fregadero durante la operación de lavado y, con ello, una posible propagación de gérmenes en el aire de todo el espacio
- Proceso no seguro y no válido
Ronda 2: la temperatura de lavado
A máquina:
En un lavavasos, la temperatura del agua es de 60 °C en el ciclo de lavado y de 65 °C en el ciclo de aclarado.
- Temperaturas suficientemente altas para un resultado del lavado limpio e higiénicamente seguro
- Temperatura constante gracias a una estructura de doble pared que actúa contra las oscilaciones
- La temperatura requerida se alcanza, en caso contrario, el programa de lavado se prolonga automáticamente (prolongación de la duración del programa)
A mano:
Para el lavado manual se recomienda una temperatura del agua de por lo menos 45 °C.
- Ningún resultado de lavado higiénicamente seguro
- Temperaturas demasiado bajas para inactivar de forma segura determinados virus (tan sólo con por lo menos 60 °C) y eliminar de forma efectiva determinadas sustancias (p. ej. grasas tan sólo con 55 °C)
- Un aumento de la temperatura no es compatible con la piel
- La temperatura no se puede mantener constante en el fregadero
Ronda 3: los productos químicos para el lavado
A máquina:
Los bidones de productos químicos conectados suministran automáticamente al depósito y al calentador el detergente y el abrillantador requeridos en cada ciclo de llenado.
- El lavavajillas controla la dosificación correcta de los componentes químicos
- Proceso automático que transcurre dentro del lavavajillas
- Disponibilidad siempre garantizada (un mensaje en pantalla indica a tiempo cuándo se deben añadir productos químicos para el lavado)
A mano:
El detergente y el abrillantador se añaden a mano al agua de lavado. La dosificación de productos químicos en el agua de lavado debe comprobarse en determinados intervalos de tiempo. En la práctica, sin embargo, no se puede asegurar que esto se haga de forma consecuente y, sobre todo, en la dosificación correcta, especialmente en momentos de intensa actividad.
- No es posible una dosificación correcta de forma constante de los productos químicos
- Muy propenso a cometer errores
- Dosificación muy alta: la piel se irrita, se pueden formar olores en el vaso
- Dosificación muy baja: los productos químicos no pueden demostrar su eficacia (especialmente en tiempos de contacto breves)
Ronda 4: la mecánica de lavado
A máquina:
Los lavavajillas comerciales disponen de varios programas, que se pueden seleccionar según el grado de suciedad de la vajilla y que después funcionan de forma fiable.
- Arranque suave para la protección de los vasos
- La carga vírica se arrastra de forma fiable
- Los programas de lavado se ejecutan automáticamente dentro de la máquina
A mano:
La minuciosidad y la persistencia con la que un empleado lava los vasos depende de muchos factores. No menos importante, la presión de tiempo bajo la que trabaja en ese momento.
- Se puede ver menoscabado por el entorno (prisas) y por el equipamiento (esponjas, etc.)
- Riesgo higiénico: las esponjas (con una carga de gérmenes a menudo elevada)
Ronda 5: el tiempo de lavado
A máquina:
Un lavavasos limpia hasta 25 vasos en 90 segundos, según el tamaño de la cesta, de la máquina y de los vasos.
- Es capaz de lavar más cantidades de vasos que cualquier personal de lavado
- Basta con presionar un botón y los empleados se pueden dedicar a los clientes, al servicio o a otras tareas
A mano:
El tiempo requerido depende mucho del personal de lavado, aunque el lavavajillas con una capacidad de 25 vasos en 90 segundos es simplemente insuperable.
- Los empleados están ocupados en lavar la vajilla y entretanto no tienen tiempo para los clientes
Ronda 6: el proceso de secado
A máquina:
El proceso de lavado finaliza y se puede vaciar la cesta con la vajilla limpia. Junto al lavavajillas, se debería esperar un periodo breve de tiempo para que el calor inherente haga que se evapore la humedad residual adherente.
- No se necesita ningún secado ni ningún pulido a mano – especialmente con el MÓDULO GiO de MEIKO (sistema de ósmosis inversa opcional) y el AirConcept o el ComfortAir de MEIKO (recuperación del calor, que ayuda al secado)
- Ningún trabajo para el personal y ningún coste de personal
- Según nuestra experiencia: 23 % menos de rotura de vasos
- Proceso de secado higiénicamente seguro
- Ya no es necesaria una utilización adicional de trapos de cocina
Termorecuperación para un buen ambiente y una mayor eficiencia energética
A mano:
A menudo, los vasos se llenan y se sirven estando todavía húmedos. O se almacenan temporalmente para que se acaben de secar. A menudo, también se utilizan trapos de cocina para secar los vasos antes de volver a ser utilizados.
- Sitio extra para el almacenamiento, el goteo y el secado
- El secado y el pulido a mano cuesta mucho tiempo a los empleados
- Elevado riesgo de rotura de vasos (33 % al año)*
- Riesgo higiénico: trapos de cocina (se deberían cambiar varias veces al día y lavar los que hayan sido utilizados a por lo menos 60 °C)
* Fries-Rack, comerciante alemán de accesorios de lavado, ha calculado que se rompe un 33 % de vasos al año en la gastronomía. La causa más frecuente: el pulido a mano.
Conclusión:
Precisamente en lo referente a la seguridad higiénica, el resultado de la comparación es unívoco: ¡Victoria por puntos para el lavavasos!
¡El lavado a mano no le puede hacer sombra! Ya que ahí, la seguridad higiénica depende y es responsabilidad del personal destinado al lavado. Esta se puede ver menoscabada con la más pequeña desviación o falta de atención.
Esto no solo sucede en el lavado de vasos, sino también en el lavado de toda la vajilla como, por ejemplo, platos, cubiertos u otros utensilios de cocina.
El lavavajillas es, por lo tanto, el brillante vencedor de esta comparación. Y especialmente con un lavavajillas de MEIKO apostará por lo seguro y lo higiénico.
Ya que le ofrecemos:
- Protección e higiene para sus clientes:
gracias a una combinación óptima de temperatura de lavado, productos químicos, mecánica de lavado y tiempo de lavado, los virus como el coronavirus se inactivan de forma segura y las manchas se eliminan de forma fiable, todo ello confirmado con informes. - Seguridad para su empresa y sus empleados:
gracias a los parámetros y procesos preconfigurados, que se ejecutan automáticamente con tan solo pulsar un botón, sin que ningún empleado tenga que hacer nada más. - Placer perfecto y auténtico sabor:
gracias a la efectiva mecánica de lavado así como a las funcionalidades de MEIKO, tales como el AirConcept o el ComfortAir (recuperación del calor opcional) y el MÓDULO GiO (sistema de ósmosis inversa opcional), que hacen que no sea necesario el secado y el pulido a mano.
Termorecuperación para un buen ambiente y una mayor eficiencia energética