El taller para personas discapacitadas AMAB apuesta por la sostenibilidad con MEIKO

AMAB ofrece ya desde hace varios años el servicio de reenvasado; una actividad muy adecuada para personas con una discapacidad. «En realidad, esto no encaja al 100 % con el aspecto «Planeta» de la filosofía de los 3 pilares. Por eso, hemos introducido ahora una nueva línea de negocio, nuestro tercer pilar, además del reenvasado y el montaje eléctrico. La atención se centra en la economía circular y así surgió en el 2019 la idea del lavado de tazas reutilizables. Nos pusimos en contacto con Festicup, un vendedor y arrendador de tazas reutilizables. Sus prestaciones de servicio son complementarias a las de AMAB, gracias a lo cual se puede ofrecer la completa eliminación de residuos a los clientes finales interesados en la sostenibilidad. La legislación nos ha ayudado a ello: desde el 2020 los habitantes de Flandes están obligados a utilizar tazas reutilizables en los municipios y eventos. Pero si el organizador de eventos decide utilizar materiales desechables, éste deberá reciclar el 95 % de estos materiales. Un reto casi imposible, que hace que las tazas reutilizables sean cada vez más la norma», según Olivier.

AMAB tuvo que buscar una máquina adecuada para el lavado. Olivier nos cuenta este proceso: «Hemos llevado a cabo una exhaustiva investigación. ¿Qué máquinas hay en el mercado? ¿Qué requisitos debe cumplir la máquina? También considerando las discapacidades de los empleados. Durante nuestra fase de investigación, MEIKO fue la que nos llamó más la atención. Desde el primer momento, David Jacobs de MEIKO en Bélgica tuvo siempre en cuenta tanto nuestra filosofía como también nuestra forma de pensar. Retamos a MEIKO a crear una máquina, que en realidad todavía no existía. Pero enseguida detectaron el potencial. Pero lo que sobre todo les atrajo fue la participación en un proyecto social. Llegaron hasta el límite, creando así una máquina, que simplemente es perfecta. Hecha a medida para los empleados, pero también para las tazas.»

Se trata de un lavavajillas de cinta transportadora M-iQ con una longitud de 14 metros y una potencia de lavado y secado de 8 000 tazas por hora. La máquina ha sido equipada con una unidad de refrigeración integrada para un secado óptimo. Esta refrigera las tazas, para que no se pueda generar ninguna condensación y, con ello, tampoco ninguna formación de moho. La cinta transportadora está dotada de dedos. Olivier explica esta selección: «Con ello facilitamos el trabajo de las personas, en lo que respecta a una elevada inserción laboral de nuestros empleados. Trabajar con cestas, en las que caben 35 tazas en cada una de ellas, significa que siempre hay que contar. Esto no es muy sencillo y para algunas personas con una discapacidad es realmente difícil. MEIKO lo ha entendido inmediatamente y nos ha ofrecido una alternativa, que la competencia no ofrecía. Nuestra posición de salida rezaba: «Un dedo equivale a una taza.» Esto hace que el trabajo sea sencillo y repetitivo. Esto también era así en el secado. El plástico es por sí mismo muy difícil de secar. La tecnología adecuada para ello todavía se encontraba en ese momento en la fase embrional, pero se desarrolló en un tiempo acelerado, de modo que MEIKO pudo probar negro sobre blanco que el plástico podía salir de la máquina 100 % seco. Y éste era el último punto de la lista que pudimos confirmar y que necesitábamos para trabajar con MEIKO. Para nuestra empresa, los socios comerciales son de vital importancia. Nunca buscamos solo el mejor precio. Nuestra empresa desea una relación comercial a largo plazo y cree que la fiabilidad, la honestidad y la transparencia son mucho más importantes. Y esto lo aplicamos a todos nuestros proveedores. La disponibilidad, accesibilidad, profesionalidad y, sobre todo, la consideración de MEIKO nos ha demostrado sin lugar a dudas que hemos apostado por el socio correcto.»